Cuatro Ciénegas ha perdido pureza lumínica en el cielo; necesarios, cambios para protegerla

El Pueblo Mágico de Cuatro Ciénegas ha ido perdiendo la pureza lumínica de su cielo nocturno en los últimos años, señaló el fotógrafo de naturaleza coahuilense, Daniel Bates.

Bates, quien ha realizado expediciones por el estado tomando fotografías del cielo nocturno, ha percibido que las estrellas en el valle de este municipio no se aprecian de la misma manera como antes.

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¨Del 2015 a ahorita sí hay una enorme diferencia, porque en ese lapso fue este boom de Cuatro Ciénegas, cuando se hace Pueblo Mágico, ya hay una serie de hoteles y de establecimientos y de instalaciones que llegan, y la diferencia, si tú ves una foto de hace 10 años y de ahorita, la contaminación lumínica de Cuatrociénegas es mucho mayor”, declaró.

Indicó que, hasta donde se sabe, autoridades locales no tienen una medición precisa de la contaminación lumínica que se vive en la entidad.

Asimismo, el Atlas de Riesgos de Saltillo, publicado el año pasado por el Instituto Municipal de Planeación (Implan) y el Instituto de Geografía de la UNAM, no contempla la contaminación lumínica en ninguna de sus mediciones.

En días recientes, expertos españoles afirmaron que Coahuila tiene el potencial de certificar la mayor reserva de cielo nocturno puro del mundo.

Esta certificación podría ayudar a hacer las modificaciones necesarias para cuidar la pureza lumínica del cielo de la entidad, así como promocionarla para hacer actividades de turismo astronómico.

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DESCONOCIMIENTO, PRIMER RETO

Uno de los mayores desafíos, según Bates, es la falta de conocimiento general sobre qué es la contaminación lumínica y sus consecuencias. “La gente de Cuatro Ciénegas y en general las personas no tenemos un conocimiento claro de qué tanto afecta la iluminación”, explicó.

Asimismo, relató que en las experiencias en las que ha intentado concientizar sobre el problema, se encontró respuestas como “aquí no hay contaminación porque no hay fábricas”.

Mencionó que esta contaminación viene en la mayoría de las ocasiones desde el uso doméstico de luminarias muy potentes que se ven desde kilómetros de distancia.

Bates apuntó que, si bien un foco puede no parecer suficiente para contaminar el cielo, es importante considerar que el cielo se contamina de la suma de muchas otras luminarias.

Para el fotógrafo, la solución radica en dos pilares fundamentales: campañas de difusión y regulación municipal. “Debe haber campañas de información, digamos, muy enérgicas y mucha información disponible para el público, para la gente en general”, enfatizó.

Además, consideró que es crucial que los municipios implementen regulaciones de iluminación, para las que existen múltiples ejemplos a nivel mundial.

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Esto implica desde la modificación de luminarias existentes, como la adición de “parasoles” o protectores que dirijan la luz hacia abajo, hasta la adopción de nuevas tecnologías de iluminación que minimicen el impacto lumínico hacia el cielo. “No es un camino caro... simplemente es la información que tienes”, reiteró.

Asimismo, Bates lamentó que Cuatro Ciénegas, que debería ser un imán para los fotógrafos nocturnos y entusiastas del cielo de todo el mundo, está perdiendo su atractivo, pues incluso al alejarse de la cabecera municipal, el resplandor sigue siendo un obstáculo.