Saltillo: Desata indignación en redes trato denigrante a mujer detenida por robo en tienda de Plaza Patio

Una serie de videos que se viralizaron el día de ayer ha desatado una ola de indignación en Saltillo, luego de que se mostrara a una mujer obligada a mostrar sus prendas íntimas en la vía pública tras ser sorprendida robando en una tienda de ropa de Plaza Patio.
En las imágenes se observa cómo la mujer, acusada de sustraer diez pantalones de mezclilla ocultos bajo su ropa, es presionada por personal del establecimiento a levantarse el vestido para mostrar las prendas supuestamente robadas, mientras es grabada por varios testigos.
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El caso ha generado un debate no sólo sobre el delito de robo, sino, sobre todo, acerca de la manera en que fue tratada la mujer, en aparente violación de sus derechos humanos y de la dignidad que toda persona merece, incluso en situaciones delictivas.
SIN RESPETAR PROTOCOLOS
Según testigos y los propios videos difundidos en plataformas como TikTok y Facebook, la mujer fue detenida por empleados de la tienda luego de que se percataran de que escondía ropa entre su ropa interior. Los guardias de seguridad del centro comercial la retuvieron hasta que llegó una patrulla de la Policía Municipal. Sin embargo, antes de que las autoridades tomaran control de la situación, los empleados obligaron a la mujer a mostrar públicamente las prendas sustraídas, por lo que tuvo que sacar las prendas de su pantaleta delante de todos.
Esto ocurrió afuera del local, a la vista de otras personas, sin seguir ningún protocolo legal de revisión, ni respetar la intimidad y dignidad de la detenida.
En estos casos, la inspección corporal debe realizarse únicamente por personal femenino y en un espacio privado, y nunca debe involucrar la exposición pública o la toma de fotografías o videos que luego sean difundidos en redes sociales.
EXHIBICIÓN PÚBLICA Y VIOLENCIA SIMBÓLICA
Este caso constituye un ejemplo claro de violencia simbólica y de revictimización. Aunque la mujer sí cometió un delito, ello no justifica que se le humille ni que se violen sus derechos fundamentales, ya que existe el principio de presunción de inocencia, pero incluso en flagrancia se deben respetar los procedimientos legales. Lo que vimos en este caso fue una forma de castigo extralegal, donde el escarnio público sustituye al debido proceso.
En muchos casos, las mujeres son tratadas de forma más severa en lo público cuando son acusadas de robo, especialmente si su apariencia o condición social despierta prejuicios. Aquí, además, se jugó con el estigma de la maternidad fingida, como si el engaño simbólico fuera más grave que el hurto.
LOS LÍMITES DE LA JUSTICIA POR MANO PROPIA
El caso también revive el debate sobre la justicia por mano propia y la difusión de contenidos violentos o humillantes en redes sociales. Mientras algunos usuarios justificaron la grabación como una forma de “evidencia” del delito, otros cuestionaron el morbo y la falta de empatía, lo que puede llegar a crear una cultura de linchamiento visual que destruye vidas y donde la vergüenza pública es más potente que cualquier sentencia judicial.
Entre los comentarios en los videos, se puede ver que muchas personas han pedido que el caso sea investigado no solo por el presunto robo, sino también por las posibles violaciones a derechos humanos cometidas por parte del personal de la tienda
Mientras tanto, la mujer fue trasladada al Ministerio Público, donde podría enfrentar cargos por robo, aunque también tiene derecho a que su caso sea tratado con dignidad y conforme a la ley. No hay justificación legal para que una persona sea expuesta, desnudada ni humillada en público, incluso si cometió un delito.