Matachines: la oración que en Saltillo se baila al compás del tambor y la sonaja

Historias de Saltillo
/ 2 mayo 2025
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Más que un espectáculo, la danza es una forma de rezar con el cuerpo y agradecer con los pies

De entre los días que celebran algo o a alguien, el que honra al matachín es de los más recientes y más nuestros.

Nació hace casi cuatro años, el 18 de julio del 2021, el mismo día en el que se impuso el Récord Guinness a la Matlachinada más Grande del Mundo.

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$!Moverse juntos siguiendo un mismo ritmo hace único al ser humano.

Aquel día 653 danzantes, divididos en 73 grupos, debieron seguir una coreografía y mantener una sincronización por cinco minutos, para que Carlos Tapia, adjudicador oficial de Guinness World Record para Latinoamérica, declarara oficial la nueva marca.

Logrado el record en la explanada de la Plaza Coahuila, el Ayuntamiento decidió declarar el 3 de mayo como el Día del Matlachín Saltillense y celebrarlo cada año con danzas multitudinarias.

La intención es encumbrar esta ceremonia ritual de los pueblos originarios de Mesoamérica, enriquecida con elementos europeos.

UNA HERENCIA EN AUGE

Fue el año pasado, a propósito del traslado de la estatua de “El Danzante” de su ubicación original, en el cruce de Victoria y Purcell, a la Plaza del Mirador; que el historiador Carlos Recio recordó cómo en los años 70 del pasado siglo, la tradición estuvo a punto de perderse.

Por aquellos años apenas sobrevivían dos danzas en la región, pero hoy la Danza de los Matachines está más viva que nunca.

En buena medida el renacimiento se debe al empeño de figuras como Francisco Gámez Cardona, don Pancho “La Gallina”, quien heredó la batuta de la Danza Tlaxcalteca del Ojo de Agua, que fundó y dirigió por años Andrés Vázquez.

La Danza del Ojo de Agua llegó a Saltillo con los tlaxcaltecas y, desde entonces, se ha mantenido viva como un acto de devoción al Santo Cristo del Ojo de Agua.

Fue don Andrés Vásquez quien la sostuvo durante años, hasta que, poco antes de morir, eligió a Francisco Gámez —conocido como “La Gallina” y danzante desde los 12 años— para continuar con esta tradición.

$!Ni la edad ni el género importan cuando el llamado es espiritual.

Pancho aceptó la encomienda, jurando ante el Santo Cristo presentarla cada segundo domingo de septiembre, fecha de su mayor festividad. Como legado, don Andrés le entregó la casa del 1411 de la calle Constitución, en el Barrio del Ojo de Agua, lugar desde donde parten los danzantes para cumplir con su misión espiritual.

Durante más de cinco décadas, hasta su muerte el 8 de febrero de 1987, Pancho “La Gallina” elevó esta tradición a nivel internacional y formó una escuela cuya influencia se extiende hoy a casi 200 grupos en Coahuila.

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En reconocimiento a su legado, desde febrero del 2019 hay un mural en el cruce de los bulevares Colosio y Venustiano Carranza, que honra su labor. Hoy en día es José de Jesús Gámez, “Pepe Chuy”, quien retomó la estafeta heredada por su padre y mantiene las danzas del barrio de Saltillo.

¿MATACHÍN O MATLACHÍN?

Regresando con el historiador Carlos Recio, este afirma que el término correcto es “matachín”, que proviene del español y que originalmente se refería a un matancero, es decir, a alguien que sacrificaba animales para el consumo humano.

Otra versión explica que aunque muchos creen que “matlachín” es el término que se debe usar y que viene del náhuatl, en realidad la palabra “matachín” tiene origen europeo. Viene del italiano mataccino, que significa loco o bufón, y se usaba desde principios del siglo XVII. Incluso el escritor Francisco de Quevedo lo menciona en un texto.

“Estas danzas, que al parecer son de origen prehispánico, se usaban para venerar dioses prehispánicos o para celebrar las danzas guerreras que fueron traídas por tlaxcaltecas en 1591”, dijo Recio en entrevista.

$!Cada paso es una ofrenda: los danzantes entregan su sudor como oración viva.

El mismo historiador señala que el uniforme de los danzantes, compuesto por elementos como el arco de madera, la sonaja de guaje, la falda de carrizo y el bordado de chaquiras, refleja un sincretismo entre lo prehispánico y la religión católica traída por los españoles.

Esta fusión simbólica, representada también por la composición del grupo —12 danzantes, una mujer, un capitán y el personaje del diablo—, expresa la unión de las tres raíces culturales de Saltillo: la ibérica, la indígena tlaxcalteca y la africana, aportada por personas provenientes de Angola y Mozambique.

A RITMO DE DANZA

La danza de los matachines es una tradición religiosa abierta a personas de todas las edades y géneros, que rinden tributo a Dios, especialmente a la Virgen de Guadalupe, mediante el baile.

Considerada una forma elevada de oración, esta práctica tiene raíces prehispánicas y fue traída a la región por los tlaxcaltecas durante la colonización.

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Los danzantes suelen formar parte de grupos religiosos por promesas, votos o penitencias heredadas, convirtiéndose en un compromiso de por vida.

La organización incluye capitanes que guían el ritmo por su experiencia, y un “Viejo de la Danza” que dirige, entrena y supervisa a los participantes, además de encargarse del vestuario y la coreografía.

VESTUARIO LOS DELATA

El vestuario tradicional de los matachines, inspirado en antiguos danzantes que rendían culto a diversas deidades, es elaborado artesanalmente por los propios danzantes y sus familias, con un costo que puede alcanzar los 10 mil pesos y un tiempo de confección de hasta dos meses.

El traje incluye un penacho de plumas de pavo pintadas y decorado con chaquira y lentejuela, camisa y calzoncillos de colores vivos, un chaleco bordado a mano, enagua adornada con diversos materiales, así como faja, calcetones, huaraches con motas y lámina, además de una sonaja y un arco que evocan los sonidos rituales del pasado.

Entre los sones más sencillos que se utilizan en las danzas están “El Indio” y “La Golondrina”, también hay unos complejos, como “Gorras Prietas”, “El Endiablado” y “El Tamborazo”.

Para verlos danzar podemos ir al atrio de la Catedral cada 6 de agosto, tradición que data de 1640; el 12 de diciembre en el Santuario de la Virgen de Guadalupe; el 3 de mayo en Landín y como ya lo habíamos comentado, el segundo domingo de septiembre en la Iglesia del Ojo de Agua.

$!Cada grupo tiene un viejo sabio que lleva la danza en los huesos y la memoria.

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En su página de Facebook, Matlachines Saltillo invita a participar en el festejo por el Día del Matlachín el próximo 4 de mayo, con un recorrido que inicia a las 16:00 horas en la parroquia del Santísimo Cristo del Ojo de Agua, hasta la Plaza de Armas, donde todos se reúnen para cerrar una festividad profundamente humana.

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