‘No hay vínculos de Morena con la delincuencia’: Claudia Sheinbaum

En medio del debate nacional sobre el rumbo que tomará Morena como partido en el poder, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, reiteró su compromiso de mantener la rectitud, la honestidad y la independencia del movimiento. Durante su participación en la llamada Mañanera del Pueblo, la mandataria nacional negó categóricamente cualquier vínculo entre Morena y grupos delictivos, asegurando que el partido se mantendrá fiel a los principios fundacionales.

Estas declaraciones se dan tras el sexto Consejo Nacional de Morena, donde Sheinbaum envió una carta a los militantes con 10 lineamientos clave que buscan orientar el comportamiento y el futuro del partido, destacando entre ellos la necesidad de evitar convertirse en un “partido de Estado”, como lo fue el PRI en su momento.

”NO HAY NEXOS ENTRE MORENA Y LA DELINCUENCIA”: SHEINBAUM

Frente a los cuestionamientos sobre posibles vínculos de actores políticos con el crimen organizado, Claudia Sheinbaum fue tajante:

“No hay nada que pueda vincular al partido Morena a ninguna situación de vínculo con la delincuencia. Es un elemento sustantivo que debemos tomar en cuenta siempre”.

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Con esta declaración, la presidenta busca desmarcar a su administración y a su partido de cualquier narrativa que pretenda equipararlos con prácticas del pasado o con la corrupción institucionalizada que caracterizó a otras fuerzas políticas.

EVITAR LOS ERRORES DEL PRI, UNA ADVERTENCIA A TIEMPO

En su misiva a los militantes de Morena, Sheinbaum hizo un llamado claro: no repetir la historia del PRI, un partido que durante décadas gobernó como un aparato corporativo de poder, integrando de manera vertical a organizaciones obreras, campesinas y empresariales bajo una lógica clientelar.

“Morena tiene una afiliación individual, no corporativa. Pero aun así, es importante aprender de la historia y no caer en los errores que tanto daño hicieron al país”, subrayó.

Sheinbaum insistió en que el poder debe ejercerse con humildad, rectitud y honestidad, alejándose del estilo autoritario, ostentoso y centralista que caracterizó al PRI durante buena parte del siglo XX.

LOS 10 PRINCIPIOS PARA CONSOLIDAR UN MORENA DIFERENTE

Aunque no detalló todos los puntos de su carta durante la conferencia, Sheinbaum señaló que los lineamientos enviados buscan fortalecer a Morena como un instrumento democrático del pueblo, guiado por la transparencia y los principios éticos. Entre los puntos destacados se encuentran:

• Morena no debe convertirse en partido de Estado.

• El poder es para servir, no para imponerse.

• Honestidad y austeridad como norma.

• No a la parafernalia del poder.

• Respeto a la pluralidad y al disenso.

Con este decálogo, la presidenta busca preservar la esencia fundacional de Morena como un movimiento ciudadano, abierto, crítico y comprometido con la transformación social.

DATOS CURIOSOS SOBRE MORENA, EL PRI Y LA POLÍTICA MEXICANA

• Morena fue fundado en 2011 como movimiento y se convirtió en partido político en 2014, ganando la presidencia en solo cuatro años.

• El PRI gobernó México ininterrumpidamente durante 71 años (1929–2000) y es considerado un ejemplo de “partido hegemónico” en América Latina.

• A diferencia del PRI, Morena no acepta afiliaciones corporativas, y su militancia debe registrarse de forma individual.

• La figura de “partido de Estado” refiere a cuando el partido gobernante controla no solo el Ejecutivo, sino también los poderes legislativo, judicial y las organizaciones sociales, algo que Sheinbaum ha dicho buscar evitar.

• Sheinbaum es la primera mujer presidenta en la historia de México, y también la primera en marcar distancia activa entre su partido y estructuras históricas del poder.

UN MENSAJE DE RECTITUD EN TIEMPOS DE TRANSFORMACIÓN

Con este posicionamiento, Claudia Sheinbaum lanza un mensaje interno y externo de integridad, asegurando que bajo su liderazgo no se repetirá el modelo autoritario del pasado ni se tolerarán vínculos con el crimen organizado.

En un momento clave para Morena, el reto será traducir estos principios en hechos y consolidarse como una fuerza política que privilegie el servicio público sobre el poder por el poder.