¡Cuidado! Este es el asesino silencioso que acecha en las carreteras mexicanas

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Por todas las carreteras de la República hay un asesino silencioso: objetos metálicos que ponchan llantas y provocan accidentes de todo tipo, desde choques hasta volcaduras y vueltas de campana, muchas veces con consecuencias fatales para conductores y pasajeros.
Desde hace más de treinta años, he recopilado una gran variedad de metales encontrados en calles y carreteras de la región durante mis paseos dominicales. He observado que la principal fuente de estos objetos son los camiones y remolques que transportan chatarra, tarimas y materiales para la construcción.
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Además, el personal de Tránsito y Obras Públicas suele utilizar clavos de acero de 2 1/2” x 5/16” para fijar los topes o boyas metálicas. Con el paso constante de vehículos pesados, esos clavos se aflojan y terminan saltando al asfalto, listos para incrustarse en las llantas de quienes circulan por la ciudad. Los accidentes ocasionados por estas ponchaduras son innumerables, especialmente en vías de alta velocidad. Muchos conductores no somos conscientes del riesgo y desconocemos la presencia de estos “asesinos silenciosos” en el camino.

El tipo de metal que uno encuentra en las calles es muy variado. En mi colección he registrado los siguientes objetos:
Tornillo para madera de cabeza emburrada de 2”.
Clavo para boya de acero con rayado helicoidal de 2 1/2”.
Tornillo industrial de rosca corrida y cabeza helicoidal de 2” x 5/16”.
Taquete para concreto de acero galvanizado de 2” x 5/16”.
Tornillo automotriz de rosca fina de 1 1/4” x 7/16”.
Tornillo para lámina de 1” x 1/4”.
Tornillo de acero tipo broca de 1” x 3/16”.
Tornillo con tuerca G5 de 1 1/2” x 1/4”.

Clavos acerados para construcción de 6”, 4”, 3 1/2”, 2” y 1 1/2”.
Pijas para tablaroca de 2 1/2”, 2” y 1”.
Pija automotriz para vestiduras de 1”, con punta de broca.
Pedacería de alambrón de 1/4”.
Chatarra en recortes de perfiles y PTR.
Tuerca de acero de 1/2”.
Válvula de acero para inflar balones.
Colillas de varillas para soldar de 1/8” x 2”.
Puntas de acero tipo Armex de 3/16”.
Pedacería de alambre recocido.

Estos residuos metálicos están presentes en todo el mundo y todos los días provocan accidentes. En España, por ejemplo, la Guardia Civil ha encontrado naranjas y limones con objetos metálicos en forma de “yakis” que se usan para dañar llantas y atacar a pasajeros, una modalidad de sabotaje camuflada. También se ha descubierto que mujeres de la tercera edad colocaban clavos en placas de resina gris para dejarlas en autopistas de alta velocidad.
En la carretera México–Toluca, la Policía Federal ha detectado piezas de acero con forma de “tetrápodos”, especialmente diseñadas para causar ponchaduras.

A pesar del progreso y del aumento del tránsito vehicular, no tomamos las precauciones necesarias ante estos clavos asesinos.
Como anécdota, el vulcanizador de Ramos Arizpe, conocido como “El Mago”, comenta: “A las llantas modernas les falta hule; ya son puro plástico. ¡Aguas con su confianza!”.
A todos los compañeros choferes, de cualquier tipo de transporte: encomendémonos a Dios antes de salir a manejar. Nunca sabemos qué nos espera sobre el asfalto.